La Danza de la Pluma es uno de los bailes memorables de Oaxaca, con la interpretación de Moctezuma acompañado de dos teotiles o consejeros, seguidos de cuatro reyes menores o intermedios y dos capitanes de puerta.

Con los sonidos de la banda, el conjunto de colores en el penacho, los brincos suaves y armoniosos y la resonancia de la sonaja, es como la Danza de la Pluma se hace presente para conquistar a su pueblo.

Esta danza está inspirada en un baile ritual precolombino, el cual evoca el triunfo del pueblo mixteco sobre el zapoteca, antes de ser sometidos por los imponentes aztecas.

Otro de sus significados se deriva al tributo de la Diosa mexica del maíz Cintéotl, hasta nuestros días se enfoca a evocar la conquista española sobre el pueblo de México.

"El Danzante", es una escultura de 13 metros que ahora corona el cerro de Yavego, hace referencia al principal personaje de este baile, al baile mismo, su música y su vestuario. 

El artista plástico, Vladimir Cuevas, autor de la escultura El Danzante, una de las más grandes de Latinoamérica, colocada en la punta del Cerro de Yavego, Zimatlán de Álvarez, nos cuenta un poco sobre la inspiración que lo llevo a crear esta obra:

En palabras de Vladimir Cuevas:

"De niño, sentado en el Cerro de Yavego, en mi pueblo natal de Zimatlán, soñaba con el Danzante de la Pluma, soñaba con su penacho espectacular, vistoso y multicolor. Ese penacho que inspiraba mis anhelos ingenuos y atenuaba la carga. muchas veces insoportable, de mi vida. Sabía que de ponérmelo, alas me brotarían para volar.
Pasaron algunas décadas, y en julio del 2018, erigí con orgullo un monumento a mi héroe: una escultura del Danzante de la Pluma de 13 metros de altura, en ese mismo Cerro de Yavego. Y ahora, pongo en sus manos una réplica exacta de esa escultura, artesanalmente manufacturada de fibra de vidrio y pintada a mano."
Sobre la replica: Vladimir creo una serie de figuras a escala, en las que representa el mismo sentimiento detrás de la creación del danzante monumental; cada una pintada a mano, haciéndolas piezas únicas con diferente historia. Además resaltan los adornos de su penacho, que definen el estilo de Cuevas, distintivo y característica principal del danzante.

La efigie monumental del Danzante nos lleva de lo terráqueo a lo divino. Es el simbolo majestuoso del anhelo de aquel niño, que hace años años sobre el cerro de Yavego, soñaba con plasmar la belleza de su cultura en una obra de arte imperecedera.

11 julio 2019 — Miguel Angel Mondragón

Comentarios

Fabiola Miranda dijo:

Muchas felicidades Vladimir, eres nuestro orgullo mexicano en EU! Mucho éxito!!!

Mireya Roa dijo:

Felicidades a Vladimir, por su maravillosa obra. Un ejemplo de que los sueños se pueden realizar si te lo propones. Este hombre es un orgullo para Mexico especialmente para su pueblo de Zimatlán.

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